domingo, 20 de diciembre de 2009

en una tarde blanca...

Escribo ahora desde el otro lado del mundo. Los cambios son tan vertiginosos! He decidido que mi vida toda sea un enorme viaje...
Hay bastante que contar. Hace semanas que no escribo en este diario que decidí compartir con todo el que quiera compartirlo.
Después de la despedida del maravilloso pueblo de Pilar, volví a Bs As para preparar lo que fue el último concierto de este año que se va: "arte al paso... simple". Entre medio, tuve la suerte de visitar, gracias a mi amigo Leo Vitale, la comunidad terapéutica "el palomar" y compartir una tarde llena de música y amor que me regaló una vuelta a casa con el corazón completo y el alma agradecida.


También visité un bachillerato popular en el barrio de San Martín donde conocí personas maravillosas que creen que pueden cambiar el mundo y hacen su pequeño aporte para lograrlo. Así fue todavía más bello preparar la presentación en Capital. Pese a los problemas con el frío y la lluvia, que no quería dejar de caer hasta casi último momento, el concierto fue una bendición para mí, como cada vez. Es muy hermoso cantar para ustedes!

Escribo ahora desde Zürich, Suiza, donde vine a hacer algo de musiquita.
Simon, un cálido amigo de estos lados me recibió en su casa, desde donde escribo en este momento. Hasta hace unos minutos veía nevar desde la ventana.


Todo esta serenamente blanco... El frío cala los huesos, pero así todo se vuelve absolutamente disfrutable.
Ayer nos presentamos con María en un pequeño teatro en el centro de la ciudad. Que milagro volver a tocar con ella! El aire cambia cuando suena su violín mágico! El mundo cambia cuando suena su violín de sueños...
Nos esperan algunas presentaciones más antes de terminar el año y volver a casa. La más esperada será en nochebuena... ya les contaré.

Entre tanto... Gracias! A Leo por ser mi amígdalo y estar y estar y estar; a Mati, Oscar y Ariel del bachillerato popular; a Pablito, Dani y Fer por sumarse siempre a mis locuras y hacerlas propias, al Braca por su música y sus enseñanzas (aunque seguramente ni siquiera sea del todo consciente de lo que regala a su paso), a la música por hacer que mi alma galope; a mis caballos, el Pibe y Araí, por andar al ritmo de mi corazón (los extraño mucho!), a mi hijo por ser parte de mí...

www.artealpaso.com